La Iglesia de Dios Pentecostal, M.I., Casa de Oración del barrio Mariana de Humacao celebra su legado y se prepara para una nueva etapa
Por Redacción SalaUrbana / info@salaurbana.com
La pastora Mildred L. Zayas López y su esposo Luis Román se despidieron de su pastoreado en la Iglesia de Dios Pentecostal, M.I. del barrio Mariana de Humacao luego de 10 años, 11 meses y 26 días de una gloriosa jornada junto a esta congregación. “Debemos decir adiós con el corazón en la mano, pero lleno de recuerdos y emociones inesperadas”, escribieron los pastores en una carta dirigida a su iglesia.
El matrimonio fue instalado como pastores el jueves 30 de mayo de 2013 y culminaron su ministerio en este lugar, ya que Mildred L. Zayas López estará trabajando como secretaria regional del concilio de las Iglesias de Dios Pentecostal, Movimiento Internacional (M.I.). “Las lágrimas nos delatan, para qué mentir, el dolor es parte de la vida”, añadieron los pastores en su mensaje de despedida. “Es el momento de separarnos de nuestros hermanos, de nuestras hermanas, de nuestros bellos niños, de amigos reales y queridos”, agregaron.
Recordando el momento en que la congregación abrió sus puertas en 2013 para recibirlos, el matrimonio lo comparó con un puerto hermoso que los acogió en un mundo de experiencias e ilusiones renovadoras. Sin embargo, ahora que les ha tocado decir adiós, mencionaron que “ahora el puerto no es agradable porque nos recuerda que nos vamos y los dejamos”.
“Llevamos sólo los valiosos recuerdos de imborrables experiencias que quedan indelebles en nuestra memoria”. Así comenzaron sus agradecimientos a todos los que formaron parte de su jornada. Los pastores expresaron sentirse agradecidos con tantas personas que “mencionar nombres sería injusto”. Además, expresaron que llevarán grandes recuerdos de todos. “Recuerdos de amistad, de demostraciones de amor, de palabras de aliento, de grandes momentos de humor, de consejos muy apreciados, de pérdidas irreparables”, añadieron mientras continuaban con la metáfora del muelle, diciendo que “el muelle es frío pero tranquilo y las aguas parecen apacibles”.
“Debemos partir. Nuestra alegría será que nadie se pierda”, escribieron los pastores, refiriéndose a la salvación del alma, uno de los pilares doctrinales de la iglesia pentecostal. Continuaron deseando “que la semilla sembrada perdure en fruto abundante, que este breve momento perdure para siempre en nuestras vidas”.
Los pastores concluyeron su carta dando un caluroso y emotivo “Adiós Iglesia Amada”. “El barco espera y tenemos que partir. Seguiremos unidos en esta misma fe, cobijados por la divina promesa de la gran reunión en el cielo, cuando abracemos al Salvador para estar por siempre unidos”, concluyeron los pastores, firmando la carta con gran amor.
La despedida de la pastora Mildred L. Zayas coincidió con la reciente celebración del 70 aniversario de la fundación de esta congregación en el barrio Mariana de Humacao, abriendo paso a la décima persona que pastoreará la congregación y que aún no se ha anunciado.
Historial de la Iglesia de Dios Pentecostal M.I. en Mariana, Humacao
Los orígenes de la Iglesia de Dios Pentecostal M.I. en el barrio Mariana de Humacao se remontan a los años 1950-1951. Fue durante este periodo que la congregación de Tejas I inició la obra en Mariana. En 1953, se construyó el primer templo bajo la supervisión del pastor Rev. Basilio Pérez García, quien lideraba la iglesia de Tejas I en ese entonces. La estructura inicial era modesta, con un techo de zinc y paredes de madera. Durante los primeros años, varios pastores y líderes de Tejas I, como el Rev. Heriberto Guadalupe, el Rev. Ruperto Reyes, la misionera Segunda de León, y Ezequiel Ortiz, junto con músicos como el Hno. Salomón y su hijo Benjamín, supervisaban, visitaban y predicaban en Mariana.
A medida que la congregación crecía, los líderes Bienvenido Díaz Algarín y Fundador Vargas Mestre solicitaron al Concilio la designación de un pastor en propiedad. Fue así como, en 1964, Adalberto Barreiro Díaz fue nombrado el primer pastor en propiedad de la iglesia. Bajo su liderazgo, junto con los hermanos, se emprendió la tarea de reconstruir el templo, techándolo con cemento. Durante este proceso, los servicios se llevaron a cabo en el hogar de Fundador Vargas y Carmen Santana.
El pastorado del Rev. Avelino Castro Berrios, desde 1968 hasta 1984, fue un periodo de notable crecimiento en la feligresía y de importantes remodelaciones y ampliaciones del templo. Su liderazgo, el más prolongado en la historia de la iglesia, duró 16 años y dejó una huella imborrable en la comunidad.
En el periodo de 1985 a 1987, el Rev. Pedro Rivera Oyola, conocido por su nobleza en el liderazgo, supervisó la adquisición del terreno adyacente a la iglesia, donde actualmente se encuentra el templo. Posteriormente, de 1988 a 1995, el Rev. Luis Medina Sanabria lideró un periodo de arduo trabajo y crecimiento en la membresía, lo que culminó en la construcción de una nueva casa de adoración.
Aunque breve, el pastorado del Rev. Carlos Colón en 1995 dejó un impacto duradero gracias a su amor y dedicación hacia la iglesia. De 1995 a 1999, el Rev. David Cruz Pagán dirigió la congregación con mucho cariño, consolidando su liderazgo en la comunidad.
Durante el pastorado del Rev. Obed Agosto (2000-2007), se llevaron a cabo significativas remodelaciones, incluyendo la construcción de salones de escuela bíblica y la instalación de tecnología de proyección audiovisual. También se inauguró el salón de actos "Luis Medina", un espacio clave para la congregación.
Entre 2008 y 2013, el Rev. Neil Alicea Velázquez facilitó la creación de nuevos espacios de estacionamiento y sus predicas inspiraron un crecimiento notable en la membresía de la iglesia.
La Revda. Mildred L. Zayas, quien comenzó su liderazgo en 2013, se destaca por ser la primera mujer en pastorear la iglesia. Su visión de crecimiento fue evidente desde el principio y, tras la devastación causada por el Huracán María, su resiliencia y fe guiaron la reconstrucción del templo sin ningún presupuesto. Bajo su liderazgo, se organizaron festivales que fueron esenciales para la adquisición de terrenos adicionales y la expansión del templo.
Hoy, la Iglesia de Dios Pentecostal M.I. en Mariana celebra 70 años de victorias y perseverancia. Cada pastor y líder que ha servido a esta congregación ha dejado una marca significativa, guiándola hasta su estado actual. La iglesia honra a su pastoral actual por su amor, dedicación y pasión por la obra de Cristo, y celebra su resistencia y fe en medio de las pruebas.
La iglesia se mantiene firme y victoriosa, celebrando sus 70 años de historia con gratitud y esperanza en el futuro.
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