Por Esteban David Rodríguez Flecha / info@salaurbana.com
Dannielle Figueroa Ramos y Alex Antonio Martínez Alvira, un joven matrimonio lleno de amor, atravesaron años de desafíos antes de recibir el regalo más preciado de sus vidas: su hija Alenielis Sofía.
La historia de Dannielle y Alex comenzó en 2016, cuando decidieron unir sus vidas en matrimonio. Después de dos años, enfrentaron la preocupación de no poder concebir un hijo. Dannielle se sometió a una cirugía debido a la endometriosis y quistes en sus ovarios, recibiendo la noticia devastadora de que concebir sería casi imposible.
"Ambos éramos felices, pero queríamos un bebé", compartió Dannielle. La espera se prolongó durante seis años, hasta que el 8 de abril de 2022, un dolor intenso en el vientre reveló la inesperada noticia del embarazo. A pesar de los diagnósticos previos desalentadores, esta vez el sueño de ser padres se hacía realidad.
"Papá" Alex recuerda aferrarse a las promesas de Dios durante la difícil espera. El proceso de esperar a que llegara el momento indicado fue la parte más desafiante, pero finalmente, Alenielis Sofía llegó a sus vidas.
Sin embargo, la alegría se vio empañada cuando, después de nacer, la pequeña fue diagnosticada con enfermedad de la bilirrubina. El futuro parecía incierto, con la posibilidad de graves daños cerebrales. Iniciaron un tratamiento de fototerapia, pero los niveles de bilirrubina no mostraban una recuperación total.
La familia enfrentó otro desafío cuando se les presentó la opción de un procedimiento de reemplazo de sangre, con riesgos significativos. La angustia se apoderó de ellos al enfrentar la posibilidad de perder a su milagro. Unidos en oración, la familia buscó fuerzas en la fe.
Aunque inicialmente decidieron no proceder con el reemplazo de sangre, la fototerapia no mostraba mejoras significativas. Ante la falta de opciones, optaron por el procedimiento, pero complicaciones en las venas de la bebé llevaron a detenerlo después de completar solo el 10%. Desesperados, probaron otras alternativas, como eliminar la leche materna, y, milagrosamente, los niveles de bilirrubina se normalizaron.
Hoy, Alenielis Sofía celebra su primer año de vida en perfecta salud, sin secuelas adversas. La familia Martínez Figueroa agradece con el corazón lleno de gratitud por el milagro que les ha sido concedido. Su historia es un testimonio de fe, perseverancia y el poder de la familia unida en momentos difíciles. Alenielis Sofía, su pequeña guerrera, ilumina sus vidas con su presencia, recordándoles que los milagros suceden cuando menos lo esperamos.
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