Por Orlando J. López Rivera / redaccion@salaurbana.com
Desde la comunidad Junquito de Humacao presentamos la historia del jugador de 4to año y Capitán de los Grises de Humacao de la Liga de Baloncesto Puertorriqueña, Samuel Ibrahin Delgado Rosario.
¿Cuándo y dónde comenzaste a jugar baloncesto?
Comencé a Jugar Baloncesto a los 8 años en un torneo local en el barrio de Mariana de Humacao. Mi primer torneo federativo fue a los 12 años con el equipo de Juncos, en los años siguientes participé con Gurabo Hawks, Las Piedras, Fraicomar entre otros. A los 18 años jugué por primera vez el Torneo Federativo Sub-22 con los equipos de Fajardo y Las piedras por varios años y otra de mis experiencias de mucho aprendizaje fueron los 4 años jugando LAI con la UPR Humacao.
¿Quiénes te motivaron en tus comienzos y durante tu proceso de desarrollo?
Las personas que me motivaron a jugar el deporte del baloncesto lo fueron mis padres. Ambos dieron el 100% de su esfuerzo durante todos esos años y no solo conmigo, también con mis dos hermanos (Geovan & Josué) que comenzamos a jugar al mismo tiempo, aunque y teníamos diferentes de edades. Si hoy día estoy donde estoy se lo debo a Dios y a mis padres.
¿Cómo ha sido tu experiencia dentro de la Liga de Baloncesto Puertorriqueña?
Mi experiencia de la LBP ha sido una de constante crecimiento, sacrificio, esfuerzo, paciencia y un sin números de cualidades* que me ayudaron a desarrollarme como jugador y persona. Todas las temporadas han tenido su toque especial pero mi favorita lo fue este 4to año, no solo por el gran desempeño que realizamos junto a mis compañeros, sino porque jugar con mis dos hermanos menores ha sido una meta de vida completada y se que ellos piensan lo mismo.
Nunca habíamos tenido esta oportunidad, se nos dio y la pudimos aprovechar. Solo por eso desde el principio de la temporada ya me sentía campeón.
¿Que mensaje puedes enviarle a tu iglesia, familia, fanáticos y niños que siguen a todos los de los Grises LBP?
Mi congregación de la Iglesia de Dios Pentecostal M.I de Junquito ha sido una de constante apoyo en cada partido sin importar los resultados, y en mi vida personal me han ayudado a levantarme cuando las cosas dentro o fuera de la cancha no han salido bien.
A mi familia les quiero decir que han sido ese apoyo incondicional en todos los ámbitos de mi vida. Soy bendecido al tenerlos a ustedes y más como fanáticos de “La H” que siempre estuvieron presentes en cada juego no importa donde fuera. A la fanaticada no solo de Humacao, también Naguabo y pueblos limítrofes gracias por el apoyo, por sus mensajes de motivación y cada foto que guardo en mis recuerdos. A los niños les quiero decir que amen a Dios sobre todas las cosas, y Él les concederá todas las peticiones de su corazón. Estudien, y hagan deportes sin importar cuál sea.
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