Por Esteban David Rodríguez Flecha/ info@salaurbana.com
Un grupo de jóvenes misioneros de la iglesia de Dios Pentecostal MI de Villas Asturianas del Barrio Tejas, sector Asturianas de Humacao, Puerto Rico, realizó un viaje misionero a Portugal con el propósito de ayudar a las iglesias locales del Concilio y llevar a cabo diversas actividades evangelísticas y de servicio.
El propósito principal de la Misión Portugal fue ofrecer diferentes actividades de apoyo a las iglesias locales en ciudades como Gaia, Porto, Braga y Custoias. Durante su estancia de dos semanas, el grupo de 17 misioneros, compuesto por 12 jóvenes, una dama, un niño y los pastores Carlos Javier Ruiz y Valerie Carrasquillo, llevó a cabo diversas actividades para impactar la comunidad local.
Entre las actividades realizadas se incluyó la organización de un campamento para niños, donde se ofrecieron actividades como música, juegos, manualidades y enseñanza bíblica. También se llevaron a cabo talleres para jóvenes y adultos, así como evangelización dinámica en diferentes plazas y lugares públicos de la ciudad. Además, se otorgaron compras de artículos de primera necesidad a familias necesitadas, y se participó en cultos, conciertos y servicios a la comunidad, llevando el mensaje de Dios a todos los rincones.
Uno de los principales desafíos que enfrentaron fue el idioma, ya que no dominaban el portugués. Sin embargo, con la ayuda de un traductor, pudieron comunicarse efectivamente y compartir el mensaje que llevaban en sus corazones. Asimismo, enfrentaron el desafío de captar la atención de las personas en poco tiempo, lo cual lograron a través de estrategias creativas, como ofrecer "abrazos gratis" y demostrar el amor de Dios a través de gestos conmovedores.
Durante el viaje, los jóvenes misioneros tuvieron experiencias impactantes que los conmovieron profundamente. Uno de estos momentos fue cuando, al evangelizar en una plaza pública, las personas se acercaron en busca de abrazos, sintiendo la necesidad de amor y afecto. También destacaron un emocionante encuentro con turistas americanos durante una noche de evangelización, donde juntos entonaron cánticos en tres idiomas diferentes, llevando la palabra de Dios a un nivel más amplio y significativo.
El impacto de su labor en Portugal fue significativo, ya que lograron enseñar a las iglesias locales nuevas formas de evangelismo dinámico y directo. Muchos jóvenes de la iglesia en Portugal se sintieron animados a continuar con la evangelización en las calles, superando las dificultades y los desafíos que encontraron en su sociedad. La labor de los misioneros también despertó en ellos el deseo de seguir apoyando a la comunidad portuguesa y regresar anualmente para continuar con esta labor.
Como lección importante, los jóvenes misioneros aprendieron a ser valientes y consistentes en llevar el mensaje de Dios sin importar las circunstancias. Su viaje misionero les permitió darse cuenta de la necesidad de amor al prójimo y la importancia de ser un instrumento de esperanza y consuelo para quienes lo necesitan.
En el futuro, el grupo de misioneros planea continuar apoyando a la comunidad en Portugal desde Puerto Rico, brindando materiales de ayuda a las iglesias locales. Asimismo, tienen en mente la creación de una organización sin fines de lucro para extender su apoyo a diferentes países que requieran asistencia.
El viaje misionero a Portugal fue una experiencia transformadora para estos jóvenes comprometidos con las misiones y el servicio, y dejó una huella duradera en sus corazones y en la comunidad que tuvieron el privilegio de impactar. Con una visión de amor y compasión, seguirán extendiendo la mano para llevar el mensaje de esperanza y fe a aquellos que lo necesiten, sin importar las barreras que se presenten en el camino.
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