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MUJER: Cuidando de Ti... No es Egoísmo

Foto del escritor: Sala Urbana Sala Urbana

Por Yanira Correa  / info@salaurbana.com

Pastora en el Centro Oasis Familiar en Humacao

Creadora de la Marca de Skincare Artesanal Arinay


Este es el último escrito de nuestra serie de mensajes junto a mi esposo José René, en Enero, para comenzar este nuevo año enfocados en explorar nuestro potencial. Si no has podido leer las secciones de Brilla+ de las pasadas semanas te invito a leerlas.

 

Como mujeres, muchas veces sentimos que nuestro valor está en todo lo que hacemos por los demás o en nuestras responsabilidades: nuestra familia, el trabajo, las amistades, la iglesia, y la lista yo se que sigue. Pero en medio de tanto dar, ¿cuántas veces te has detenido a preguntarte: "¿Cómo estoy realmente? ¿Estoy cuidando de mí?"

El cuidado personal no es egoísmo, es una manera de honrar a Dios. En Su Palabra, Jesús nos muestra un ejemplo claro de equilibrio: Él dedicó tiempo a enseñar, sanar y servir a los demás, pero también se apartaba para orar, descansar y renovarse espiritualmente. Si Jesús, siendo quien es, ¿por qué nos cuesta tanto hacerlo nosotras?

En Mateo 22:39, Jesús nos recuerda: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." ¿Cómo podemos amar y servir bien a los demás si primero no aprendemos a amarnos y cuidarnos a nosotras mismas? El amor hacia los demás comienza con un corazón lleno, no con uno agotado.

Tres formas de cuidar de ti con propósito:

  1. Conecta con Dios diariamente:

    Más que cualquier otra cosa, siempre tengo que decir que tu alma necesita tiempo con el Padre. Dedica momentos cada día para leer Su Palabra, orar y descansar en Su presencia. Estos momentos no solo renuevan tu espíritu, sino que también te llenan de fuerza para enfrentar el día.


  2. Cuida tu cuerpo:

    Tu cuerpo es un regalo de Dios, diseñado para que lo uses con amor y cuidado. Comer bien, descansar y movernos no es vanidad; es obediencia. Cuando cuidas tu cuerpo, estás honrando a Dios porque reconoces que es Su creación.


  3. Aprende a decir "no" con sabiduría:

    A veces, decimos "sí" a todo por miedo a decepcionar a los demás, pero terminar agotadas no es lo que Dios quiere para ti. Aprende a poner límites amorosos y deja que Dios te guíe en lo que realmente debes priorizar.

¿Estás cuidando de ti? No es tu deber cargar con todo; Dios te invita a descansar en Él y confiar en que, cuando priorizas tu bienestar, puedes brillar más! Este año vamos a tomar desiciones diferentes, con sabiduría y bienestar.


Hoy, haz una pausa. Dedica un momento para ti, no con culpa, sino con gratitud. Respira, ora, y recuerda que tu bienestar importa, porque tú importas para Dios.

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