Por Esteban David Rodríguez Flecha / info@salaurbna.com
Con tan solo 9 años, Rafael Uziel Torres, un niño del pueblo de Las Piedras, está demostrando que no hay límites para quienes desean hacer el bien. Inspirado por el llamado de la “gran encomienda” establecida por Jesús en la Biblia, este pequeño, con la ayuda de sus padres y el apoyo de su iglesia, ha emprendido un proyecto ambicioso: construir pozos de agua para niños en Pakistán, quienes carecen de acceso a este recurso vital.

Un sueño que nació en el hogar
Rafael Uziel, estudiante de cuarto grado e hijo único, relata que su inspiración surgió durante una conversación familiar. "Hablando con mis papás, decidimos ir más allá y trabajar en un proyecto como familia. Nos comunicamos con la agencia misionera Global Commission Partners (GCP) y, al conocer la gran necesidad de agua en Pakistán, supimos que ese era el proyecto en el que queríamos trabajar".
Desde pequeño, Rafael ha estado expuesto a misiones gracias a su iglesia, que colabora con iniciativas como Operation Christmas Child y GCP. A través de estas experiencias, desarrolló un profundo interés en ayudar a otros, siendo un ejemplo vivo de los valores que sus padres, los pastores Rafael Torres y Gyselle, han sembrado en su hogar.

El agua: un regalo de vida y esperanza
Para Rafael Uziel, llevar agua a los niños en Pakistán no es solo una cuestión de salud, sino una muestra del amor de Dios. “El agua es vida. Ellos toman agua que no es buena y eso los enferma. Algunos caminan largas distancias para conseguir agua que yo tengo a pasos de mi casa”, explicó.

El proyecto de los pozos será posible gracias a GCP, que conecta a donantes con misioneros en el campo. Según Rafael, los fondos recaudados serán destinados directamente a la construcción de los pozos en áreas identificadas por la organización.
Un llamado a la comunidad
Rafael Uziel y su familia han recurrido a la oración y a la solidaridad de la comunidad para alcanzar su meta. “La comunidad puede ayudar a través de donaciones monetarias en ATH Móvil al 787-364-5840, indicando que es para los pozos. Todo lo recaudado será destinado directamente a la agencia misionera Global Commission Partners (www.globalcp.org)”, compartió el joven misionero.
Con palabras que tocan el corazón, Rafael hace un llamado a todos: “Nosotros podemos tener agua fácil; ellos no. Imagina que tienes sed y el agua que hay en un cubo es marrón. ¿La beberías? No, ¿verdad? Pues ayúdenme a darle a esos niños agua limpia”.
Una familia unida en la fe
Para los pastores Rafael y Gyselle, este proyecto ha sido una bendición que fortalece la fe y la unidad familiar. “Nuestro corazón se llena de orgullo al ver cómo nuestro hijo, movido por su interés de ayudar, está mostrando el amor de Jesús. Esto nos confirma que estamos viviendo lo que enseñamos en casa”, expresaron.

Aunque el sueño comenzó con Rafael Uziel, ha sido un esfuerzo conjunto. Desde la grabación del video promocional hasta la difusión de la propuesta, cada paso ha sido respaldado por la familia y la comunidad, quienes ven en este proyecto una oportunidad para sembrar esperanza en lugares que más lo necesitan.
Un futuro de misión y compasión
Rafael Uziel imagina a los niños de Pakistán contentos con los pozos de agua que sueña construir. Para él, este es solo el comienzo de una vida dedicada a las misiones. “Seguiré apoyando a los misioneros y, más adelante, veremos qué otras oportunidades hay como familia para seguir ayudando”, afirmó con una sonrisa.
El corazón de Rafael Uziel nos recuerda que nunca se es demasiado joven para marcar la diferencia y que, con fe y determinación, podemos transformar vidas, incluso al otro lado del mundo.
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