Por Samuel Rodríguez Flecha / PhD / info@salaurbana.com
Llegó a Filadelfia hace 45 años, cuando apenas tenía 19 años de edad. Escogió mudarse a dicha ciudad porque allí reside su papá, hasta el día de hoy.
“Cuando llegué había de todo, comerciantes puertorriqueños, carnicería, farmacia, beauty, supermercado, restaurantes,” dice Diani, natural de Humacao. Algunos comercios son el restaurante Freddy and Tony’s y la Panadería El Coquí, donde se encuentra desde pan hasta frituras y morcillas. Entre la Somerset y la West Lehigh, en la Calle 5, se encuentra El Bloque de Oro, el centro de la comunidad boricua e hispana. Muy cerca, en el Fairhill Square Park, se reúnen residentes a hacer comunidad alrededor de mesas de dominó.
Hoy día, Pensilvania tiene más de 467,000 boricuas, y representan el 53% de los latinos en el estado. Filadelfia, cuna de la diáspora boricua en Pensilvania, ha atraído inmigrantes hispanos desde el siglo 19. Ya para el 1955, el gobierno de Puerto Rico había establecido una sucursal de sus oficinas en Pensilvania, y en otros estados, expandiendo su presencia más allá de Nueva York (V. Sanchez Korrol, History of Puerto Ricans in the US). En el 1962, varias organizaciones fundaron el Concilio para luchar por los derechos de la comunidad hispana. El Concilio además inauguró el Festival Puertorriqueño en el 1964 y también la Parada Puertorriqueña. “La Parada representa el orgullo de ser boricua. Es una manera de medir cuantos puertorriqueños hay. Es la bandera. Nos une el orgullo, un sentimiento de hogar.”
Otra organización es la Asociación Puertorriqueños en Marcha (APM), que brinda servicios de salud, desarrollo económico y comunitario desde 1970. Este año celebraron su decimonovena edición del Festival de La Caña de Azúcar. También está el Taller Puertorriqueño, fundado en el 1974, con sus exhibiciones de arte y diferentes programas, y considerado como el corazón cultural del Barrio.
Otra institución cultural en la Atenas de América es Centro Musical, una tienda de música donde además se consiguen instrumentos, banderas puertorriqueñas, mesas de dominó, y otros artículos alusivos a la Isla. Desde 1959, Centro Musical es donde visitan los cantantes y agrupaciones como El Gran Combo, Celia Cruz, Menudo, Elvis Crespo, Manny Manuel, Gilbertito, entre otras.
Sobre el idioma y las tradiciones, Diani dice, “Aprender inglés al principio fue muy difícil porque tenía la opción de televisión y radio en español y periódicos de Puerto Rico. Mis hijos tenían programa bilingüe en la escuela. En casa hablábamos español. No faltaba la salsa. Celebramos las navidades y el Día de Reyes con música jibara, y la comida criolla no falta.”
Filadelfia tiene una rica historia desde los comienzos de la nación. Por ende, no es de sorprender que celebraciones como Acción de Gracias y el Día de la Independencia sean eventos que Diani ha incorporado a las tradiciones de su familia. “Me encanta el 4 de julio. Toda la ciudad está llena celebrando la independencia con fuegos artificiales.”
¿Lo que más extraña de PR? “Todo. La familia, los árboles, las palmas, el mar… Las comidas no tanto, pero sí el calor, y el sentirse que uno está en la tierra de uno. En Puerto Rico uno se rejuvenece.”
La época navideña y el Día de las Madres son los momentos del año que más nostalgia siente. “La Navidad en Puerto Rico es diferente. La gente está más alegre. Se ve alegría. Todos te dicen feliz navidad, feliz año nuevo. Todo es más bonito.” También se remonta en sus memorias. “Aunque cuando estaba más grande ya no era lo mismo, aún recuerdo el Día de las Madres con Mami y las tías, y Abuelita Lola. La familia se reunía. Recuerdo que hacíamos flores rojas de papel crepé para Abuelita.”
Aunque vivió un tiempo en Connecticut y también trató de restablecerse en Puerto Rico, el factor economía influyó en su decisión de volver a Filadelfia. Trata de visitar la Isla siempre que puede. “Para mí, la visita perfecta sería llegar y tener a Mami esperándome con panas y bacalao, pasar tiempo con la familia, y comer mucho chapín.” Sin embargo, no se visualiza mudándose a Puerto Rico. “Ya eché raíces aquí, mis hijos, mis nietos, y ya hasta bisnietos. Quizás si alguno de mis hijos viviera allá lo consideraría, pero ya me adapté a vivir en Filadelfia.”
“Aunque aquí no es fácil, y no siempre hay familia para ayudarte, para mí ya es más fácil. Me he ido tres veces y siempre vuelvo. Aquí me quedaré. Aquí en El Barrio, dondequiera que voy, a la bodega o a la panadería, son todos boricuas. Cuando peor estaba, Filadelfia me dio todo lo que necesitaba.”
Así como Filadelfia se conoce por la lucha de libertad y un nuevo comienzo, “Encontré tranquilidad, y pude construir mi propia familia. I love Philadelphia.”
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