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Video Juegos y su efecto en la conducta y aprendizaje

Foto del escritor: Sala Urbana Sala Urbana

Por Jomar Rodríguez Agosto / MS Estudiante Doctoral de Psicología Clínica


Estudios han revelado que una exposición breve o extendida a video juegos (VJ) violentos se asociaron significativamente con actitudes más positivas hacia la violencia y resultó en una mayor frecuencia de comportamientos agresivos, peleas físicas y pensamientos agresivos. En otro estudio longitudinal de dos años, los niños y adolescentes que jugaron muchos VJ violentos mostraron con el tiempo comportamientos más agresivos, incluyendo la involucración en la delincuencia. Se suele escuchar que los VJ ocasionan que los menores sean agresivos. Esto es cierto si el contenido del VJ incluye material violento como señalado en muchos estudios, pero la realidad es más compleja dado que el comportamiento agresivo surge de la interacción de muchos factores.

Los VJ violentos, sin otros factores de riesgo, no deben considerarse la única fuente de comportamientos agresivos o violentos. Dichas conductas pueden verse influenciadas por variables de personalidad como: el rasgo de agresión, el género, la educación de los padres, el historial de delincuencia y la exposición a la violencia familiar. Según las teorías del aprendizaje social, el comportamiento agresivo surgiría de la exposición repetida a patrones de violencia. Por lo tanto, los niños que tienen otros factores de riesgo de comportamiento violento o agresivo, como patrones familiares violentos, pasar demasiado tiempo jugando, jugar solos, etc.; tienen más probabilidades de tener consecuencias negativas por jugar VJ violentos. Un marco teórico alterno asume que el comportamiento violento resultaría de la interacción entre los rasgos de personalidad genéticamente predispuestos y las situaciones estresantes. En tal modelo, los VJ violentos actuarían como catalizadores, proporcionando a un individuo predispuesto a la violencia los diversos modelos a seguir de comportamiento violento.

Por otro lado, varias investigaciones han informado que jugar VJ prosociales, incluso por poco tiempo, aumenta la cognición prosocial, el afecto positivo y los comportamientos de ayuda. Por otro lado, estos pueden disminuir los pensamientos antisociales y el sesgo de expectativa hostil, como la tendencia a percibir cualquier acción provocativa de otras personas como hostil. También existe evidencia de que jugar un VJ prosocial desarrolla una mayor empatía interpersonal, cooperación y participación.


En ensayos clínicos aleatorizados se encontró que niños y adolescentes con diabetes o asma, mejoraron su autocuidado y redujeron sus salidas a intervenciones de emergencia después de jugar VJ de educativos de salud y manejo de enfermedades. Después de seis meses de jugar, los pacientes diabéticos redujeron sus visitas a emergencias en un 77%. Por lo tanto, los juegos bien diseñados pueden brindar poderosas experiencias interactivas que pueden fomentar el aprendizaje, el desarrollo de habilidades, el cuidado personal y el desarrollo saludable.

En conclusión, los padres deben velar por la seguridad de sus hijos en la utilización de todo tipo de tecnología incluyendo los VJ. Por lo tanto, sería ideal seguir las siguientes recomendaciones: definir un límite de tiempo claro para jugar, preferir juegos que se puedan jugar en familia, alternar los VJ con otros juegos y actividades, evitar juegos altamente adictivos, y mantener una vida social en el mundo real. Es importante señalar que cada regla o instrucción basadas en estas sugerencias debe ser implementada con amor, asertividad y autoridad.


 
 
 

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